sábado, 18 de diciembre de 2010

Villa Soldati, el contexto del conflicto social


En los últimos meses, las ocupaciones ilegales de terrenos se han extendido en la Capital. El tema cobró especial repercusión luego de que al menos dos personas muriesen como resultado de la violenta represión durante un desalojo en la zona sur. Pese a la evidencia de un problema profundo, para el gobierno de Mauricio Macri, el problema viene de afuera. Como señaló el jefe de gabinete de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta :

“Hay una ley muy permisiva respecto de la migración: llega la gente a la Argentina y al poco tiempo pide una vivienda, usurpa y después viene el juez (contencioso administrativo Roberto) Gallardo que obliga al Estado a dar una vivienda [...] Es una lógica perversa que lo único que hace es promover que venga más gente de los países limítrofes para usurpar terrenos y pedir viviendas. Tenemos que cortar eso.“

Para el jefe de gabinete porteño , que sonaba incluso como uno de los candidatos a suceder a Mauricio Macri en el CGBA, “la Ciudad no puede hacerse cargo de todo el problema habitacional del Mercosur.”

De esta manera, el gobierno de la Ciudad elige como estrategia frente a los hechos la explotación de los sentimientos xenófobos que parte de la ciudadanía pueda albergar respecto de los inmigrantes de países limítrofes.

Al mismo tiempo, se invisibiliza la cuestión de fondo, que no es el loteo de las plazas o la ley inmigratoria, sino la situación de emergencia habitacional en que se encuentran, al menos, medio millón de porteños, según un estudio de junio de 2010 .

Según los datos a disposición, la población en villas, que ronda los doscientos mil habitantes, creció un 30% en el período 2006 – 2010. Es decir, no sólo no se revirtió la tendencia, sino que empeoró sustancialmente.

Para peor, el macrismo quitó del tablero el contrapeso de la política pública. El gobierno de Mauricio Macri ha vaciado de presupuesto al Instituto de la Vivienda de la Ciudad , paralizando incluso los planes de infraestructura en marcha. Esto afectó especialmente a la zona sur, donde se venían realizando interesantes experiencias piloto a través de cooperativas de trabajo.

Pongamos números sobre la mesa. Si comparamos las partidas presupuestarias de gestiones anteriores, veremos que los montos dedicados a vivienda bajaron de un 5,4% del presupuesto de la ciudad (2005) al 2,4% del mismo. Y la tendencia se volvió más pronunciada en 2009, cuando el presupuesto del IVC no sólo bajó un 25% en el año 2009, sino que además sufrió fuertes niveles de subejecución, del orden del 56%.
El enfoque inmobiliario del macrismo predominó sobre cualquier interés común o social. Plazoletas en lugar de hospitales, bicisendas en lugar de escuelas, UCEP y Policía Metropolitana (lamentablemente, con el concurso cómplice de la Federal en el caso de Soldati ) en lugar de viviendas. La estrategia, asimismo, repercute sobre los distritos vecinos a la ciudad, que anualmente reciben contingentes de habitantes expulsados de la ciudad por las políticas excluyentes de Macri. Es, en definitiva, en el castigado conurbano donde se resuelve, como se puede, el déficit de la ciudad. Vaya paradoja para el distrito más rico de la Argentina.

Ezequiel Meler
Rebelión

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